Si usted es pensionista y perdió dinero con las preferentes, tiene que presentar la Renta
Si usted es uno de los miles afectados por las participaciones preferentes, y ha conseguido deshacerse de ellas perdiendo dinero, debe saber que está obligado a presentar la declaración de la Renta.
Los miles de afectados por las participaciones preferentes, muchos de ellos jubilados, pueden llevarse una desagradable sorpresa cuando descubran que deben pasar por la ventanilla de Hacienda.
La normativa del IRPF que se aplica para este ejercicio obliga a presentar la declaración de la Renta y no permite confirmar ni rectificar el borrador a todos los contribuyentes que hayan tenido pérdidas patrimoniales superiores a 500 euros.
Y la operación de venta de participaciones preferentes por debajo de su valor de adquisiciónes una pérdida patrimonial, según la normativa fiscal.
Por ejemplo, supongamos que usted compró 10.000 euros de participaciones preferentes de su caja de ahorros, que le fueron vendiddas como un producto "seguro" y "sin riesgos" en el año 2010.
En el año 2011, usted se dio cuenta de que este producto no estaba precisamente exento de riesgos y ha tenido suerte, porque ha conseguido deshacerse de esta ruinosa inversión, eso sí, a costa de perder 2.000 euros, ya que las vendió por 8.000 euros.
La normativa del IRPF que se aplica para este ejercicio obliga a presentar la declaración de la Renta y no permite confirmar ni rectificar el borrador a todos los contribuyentes que hayan tenido pérdidas patrimoniales superiores a 500 euros.
Y la operación de venta de participaciones preferentes por debajo de su valor de adquisiciónes una pérdida patrimonial, según la normativa fiscal.
Por ejemplo, supongamos que usted compró 10.000 euros de participaciones preferentes de su caja de ahorros, que le fueron vendiddas como un producto "seguro" y "sin riesgos" en el año 2010.
En el año 2011, usted se dio cuenta de que este producto no estaba precisamente exento de riesgos y ha tenido suerte, porque ha conseguido deshacerse de esta ruinosa inversión, eso sí, a costa de perder 2.000 euros, ya que las vendió por 8.000 euros.
Usted, que, por ejemplo, sólo tiene los ingresos de su pensión y que a priori no está obligado a presentar la declaración del IRPF si tiene ingresos inferiores a 22.000 euros, no tendrá más remedio que armarse de valor y confeccionar su declaración de la Renta.
Lógicamente, además de perder dinero con sus participaciones preferentes, se expone a una sanción de Hacienda si no cumple con sus obligaciones fiscales. ¿Quién paga estas molestias y estos trámites? Desgraciadamente, no los pagará su director de la oficina bancaria.
Artículo proporcionado por http://www.iasesoria.com; asesoria fiscal en internet.
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